La palabra.

Saber usar la palabra, nos hace libres.

El modo en que la utilicemos, y para qué, es una decisión que nos puede atar de por vida a una exclavitud. El encierro de tener la necesidad de usarla para sentirnos libres.

Refugiarse es instintivo. Exclavizarse, una opción que para muchos no ha sido elección.

A mayor volumen de palabras, mayor deseo de ser libre. O lo que es lo mismo, más pequeña la jaula en la que habito.

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