Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2010

No debió pasar

Nos conocimos y compartí contigo Pedacitos de mí. Recorrí todo tu cuerpo, Te besé toda la noche Y al día siguiente me tomabas Como uno más. Dormí contigo y amanecimos En aquella habitación Fuimos dos ilusionados Como locos nos amamos Pero sólo fue una noche Acéptalo. No debió pasar, Dimos alas al placer Y a nuestro corazón Todavía quedan huellas Son testigos las estrellas Sé que aún queda algo Entre nosotros dos. No debió pasar, Hicimos de una noche Una eternidad Pero el tiempo no perdona Y el olvido nos ahoga Deja que pase el tiempo Así será mejor. Para los dos.

Pienso demasiado...

Parece que todo fue una farsa. Y lo duro no es darse cuenta ahora que ya ha pasado, sino advertir que te habías dado cuenta ya en aquel momento, pero idealizabas la realidad, tratando de dibujar el futuro a tu manera. Era la necesidad de descubrirte abriendo una nevera en compañía, lo que hacía que no quiseras ver que en realidad, las cosas no eran como tu las veías, o si, tu lo veías a tu manera, pero la realidad era otra. El desengaño es una de las sensaciones más puñeteras que hay. Y en contra de lo que muchos creen, para mi no es descubrir que las cosas no son lo que eran, sino descubrir que eras tu el que no veías las cosas como eran. Pero por suerte, existen los desengaños. En el fondo, no necesito para nada todo ese tipo de cosas en este momento. Necesito descubrir quien soy en realidad, conocerme a mi mismo. Necesito viajar, reflexionar, visitar los lugares que visito todos los días mentalmente, para saber si son como los había imaginado. Pero que digo, si lo que necesito ahora

Venga, vamos allá!

Vamos a cambiar de ideas. Vamos a ponerle al mal tiempo buena cara. Vamos a intentar que no afecte a nuestro humor. Vamos a intentar aclarar las ideas sin olvidar. Vamos a intentarlo, simplemente, intentarlo!