Inquietudes...

Si hay algo que está caracterizando a este año, es sin duda, el cambio.

Cambio profesional, cambio personal, cambio de lugar de residencia... Incluso los cambios están sucediendo en la vida de las personas que me rodean. Evidentemente, los cambios suceden todos los días, no es que se trate de algo extraño, pero en este momento, destaca la existencia de grandes cambios.

Puedo afirmar, que en mi caso, los cambios están siendo para mejor, con total seguridad, pero todo proceso de cambio lleva implícitas unas expectativas anteriores, y unas conclusiones posteriores.

Las expectativas en este caso no eran muy altas, quizás por eso el nivel de satisfacción personal está siendo bastante más alto de lo que cabía esperar teniendo en cuenta las experiencias pasadas. Sin embargo, la conclusión a la que me está llevando este cambio, se parece mucho a las conclusiones a las que he llegado en ocasiones anteriores. Por una parte, aunque estoy satisfecho con lo que he conseguido, y con mi momento actual, como siempre existe algo en ese lugar de mi mente al que pocas veces consigo llegar que lleva a pensar que esto no es para siempre.

A lo que me refiero, desde que me embarqué en el mundo laboral, tengo la constante necesidad de buscar algo nuevo, de reconducir mi carrera. Esto es lo que me gusta, aunque no ha sido mi primera elección, puedo decir que sí es lo que me gusta. Pero no a este nivel.

Es como si tuviera la sensación de que puedo dar mucho más de mi, como si el tiempo me estuviera obligando permanentemente a apurar el paso, como si la vida me estuviera recordando a cada instante que me queda menos para conseguir lo que quiero.

Quizás el hecho de buscar siempre algo nuevo tenga que ver con mi forma de ver las cosas, con mi forma de ser. Pero, ¿y si lo que la vida me está intentando decir, es que tengo que reconducir mi vida profesional?¿Y si la vida lo único que está haciendo es poner delante de mis ojos lo que yo me niego a ver? Ese camino que no seguí, y que quizás ahora pienso que sí debía haber seguido.

Llegado este momento, suelo echarme la culpa de lo que está pasando. Porque soy yo el que he puesto en el podium esas cosas que me gusta hacer. Y porque he sido yo el que he decidido el camino que quería seguir. Puede que no sea tarde todavía para dar un giro a mi destino. Pero también puede ser que no sea el momento, y que mi momento haya pasado.

Reflexionar es gratis.

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