Sin motivo aparente...

No me pidais un motivo, una causa, algún hecho puntual que me haya cambiado.

Puedo poner mil excusas, buscar mil y una causas, miles de hechos que hayan dado lugar a este cambio de mentalidad que se ha producido en mi. Pero ninguno sería lo suficientemente importante o relevante como para provocar semejante giro, semejante vuelta...

La verdad es que viendo las cosas desde este lado del prisma, todo se ve diferente.

Durante meses había esto sumido en un estado de constante ansiedad, inquietud, malestar general, angustia, celos, llamadas de atención innecesarias, mentiras, engaños, tantas y tantas cosas... y por más que yo buscase la salida no la encontraría jamás. Con cada engaño, con cada llamada de atención, con cada momento angustioso solamente conseguía sumar un candado más a esa celda que me encerraba por dentro, aunque por fuera pudiera parecer un lujoso palacio...

Pero de repente, como si de un interruptor electrico se tratase, como si fuese tan fácil como accionar un botón de encendido y apagado, desaparecieron todos esos candados, diciendo definitivamente adios con ello, a las angustias, a los celos, a la ansiedad, a la inquietud, al malestar general...

Evidentemente, despues de haber estado encerrado durante tanto tiempo en ese avismo personal, me costaría un tiempo adaptarme, la vista tendría que acostumbrarse ahora a la luz cegadora, a ese faro eternamente encendido que parece que guiará mis pasos. Sin embargo, el proceso de adaptación no había durado ni siquiera lo necesario... Sin pensarlo, sin proponermelo, en apenas un suspiro, había salido de mi retiro involuntario y me había adaptado a este nuevo estado mental.

Autoestima, tranquilidad, entretenimiento (terapia a la vez que diversión), sinceridad... y la muestra de que no parecía un simple respiro, era que había cambiado también mi atuendo exterior, mi actitud frente a esos obstáculos, ante los cuales ahora me sentía si no más fuerte, al menos con las herramientas necesarias para dejarlos atrás.

¿Y ahora? Ahora ya no intento dar saltos enormes, ni avanzar más deprisa en menos tiempo. Me ocupo simplemente de ser constante, de tratar de no dejar de lado todo aquello que había dejado, todo aquello que me importa y que se merece mi atención más que cualquier otra cosa.

Ya solo me guían el deseo y la pasión, con la ilusión de continuar el sendero sin dejar de lado mis responsabilidades, pero sin abandonar las ganas de seguir.

Uxío Barreiro. Caminando en linea recta, pero con la dirección alineada por si las moscas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Perlu Kemerdekaan

Desprotección

Ad eternum