Al final del día...

Sentirse atrapado, atascado, impotente...

Dicen que una de las mayores penas en esta vida es sentirse privado de libertad. Verse atrapado en jaulas, entre rejas, no poder hacer y deshacer a tu antojo.

Y coincido plenamente con los que así lo afirman.

Sin embargo, creo que es peor tener libertad y no poder disfrutar de ella.

Llegado este momento mi mente no alcanza a hacer más planteamientos que la división de las personas en dos grupos, los que pueden hacer lo que quieran, y pasan de todo, dedicándose a ver la vida pasar, y los que aun queriendo hacer lo que les da la gana no pueden, y se ven obligados a ver la vida pasar.

Siento muchas veces que me estoy perdiendo muchísimas cosas de esta vida. Y cuando comparto mi frustración con otra gente, todos me dicen lo mismo. Pero haz algo...
¿Cómo? Si llevo toda mi vida luchando para comprobar que haga lo que haga siempre vuelvo al mismo lugar.

Sigo pensando, como dije en mi anterior entrada, que la vida es muy injusta. Y que muy malo he tenido que ser en otra vida para que me haya tocado vivir esta, de esta manera...

Eso si, al llegar el final del día, por un instante, solo por unos segundos, sigo haciendo un balance positivo de todo, y vuelve a mi mente esa frase a la que tengo que recurrir constantemente, esa frase que arrastra los mejores recuerdos que poseo para seguir pensando que, a pesar de todo soy feliz... Aun así... creo que ya me va tocando algo no? si a otros les toca, por qué a mi no?

Comentarios

  1. si al final del día el balance es algo positivo, no está todo perdido
    nunca fue fácil ver la vida pasar, sobre todo sin poder hacer nada
    pero siempre, y a pesar de todo, merece la pena intentarlo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Perlu Kemerdekaan

Desprotección

Recomendación bibliográfica