Pienso demasiado...

Parece que todo fue una farsa.

Y lo duro no es darse cuenta ahora que ya ha pasado, sino advertir que te habías dado cuenta ya en aquel momento, pero idealizabas la realidad, tratando de dibujar el futuro a tu manera. Era la necesidad de descubrirte abriendo una nevera en compañía, lo que hacía que no quiseras ver que en realidad, las cosas no eran como tu las veías, o si, tu lo veías a tu manera, pero la realidad era otra.

El desengaño es una de las sensaciones más puñeteras que hay. Y en contra de lo que muchos creen, para mi no es descubrir que las cosas no son lo que eran, sino descubrir que eras tu el que no veías las cosas como eran.

Pero por suerte, existen los desengaños.

En el fondo, no necesito para nada todo ese tipo de cosas en este momento. Necesito descubrir quien soy en realidad, conocerme a mi mismo. Necesito viajar, reflexionar, visitar los lugares que visito todos los días mentalmente, para saber si son como los había imaginado.

Pero que digo, si lo que necesito ahora mismo ni siquera es pensar. Necesito no ser quien soy. No pertenecer a donde pertenezco. Y en el fondo no quiero, porque no quiero renunciar a ser quien soy...

Que complicado es todo. Que complicado lo veo todo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Perlu Kemerdekaan

Desprotección

Ad eternum