Respirar y esperar
 
   A veces es bueno desaparecer, sigilosamente, tranquilos.   Alejarse del bullicio a un rincón de paz, para poder observar en perspectiva nuestro mundo.   Sentarnos, y en la calma que nos aporta la soledad, respirar. Sólo respirar.   Tomar aire lentamente con los ojos cerrados y escuchar lo que nos cuenta el silencio. Respirar.   Escuchar las olas del mar, sentir el viento fresco en la frente y respirar.   Abrir los ojos y fijar la vista en el tablero.   Ordenas las fichas, calcular las coordenadas, conocer a nuestros adversarios, conocernos a nosotros mismos, analizar el terreno.   Respirar.   Capturar el momento presente.   Respirar y esperar. Tranquilo, sereno.   Retirarse a un rincón oscuro, silencioso, en calma, respirar y esperar.