Soledad...
Puede que sean deseos de independencia. Puede que se trate simplemente de un estado de ánimo provocado por los cambios de los últimos meses. O quizá sea simplemente la necesidad de encontrar mi lugar. Sea lo que sea, no es algo desconocido. Muchas veces he mencionado esa frase de aquella canción de hace tiempo: "Soledad, a veces me das abrigo, otras desarropas mi alma". Y es que todo el mundo necesita sus momentos de soledad, de intimidad, de silencio... Momentos en los que yo suelo cargar las pilas, en los que suelo olvidarme de todo y no pensar en nada. Puede que suene extraño, pero es justamente en esos momentos en los que más relajo la mente. Y por el contrario, cuanta más gente habita a mi alrededor, más tiempo me da a pensar. Más y más vueltas me da la cabeza, pensando en el ayer, en el hoy, en el mañana... Uff! el mañana... He pensado tantas y tantas veces en la posibilidad de conocer mi futuro, que cada vez que mi imaginación vuelve a dibujar un mañana posible, inmedi...