Polo norte, polo sur.
A veces es más difícil aceptar su llegada, que comprender que la espera es necesaria.
Sientes que todo es más difícil de lo que la gente dice, y aunque crees firmemente que existe, llegas a negarte la posibilidad de compartir. Qué estupidez. En la vida te negarás algo tan necesario y vital. La negación no es más que una coraza para evitar que la ausencia te reconcoma el alma, porque tienes miedo. Porque la estación está cada vez más cerca. Porque a cada minuto, a cada instante se agotan las posibilidades de realizar el camino de regreso con las maletas cargadas.
De nada sirve llorar. Mientras no aprendamos a secar nuestras propias lágrimas, no podremos regar otros campos ajenos.